La iglesia sufrió serios daños durante los terremotos del 2001 y ha sido restaurada.Antiguo Cuscatlán es un municipio del distrito de Nueva San Salvador (Santa Tecla), La Libertad. Se encuentra situado a 780 m.s.n.m.Se extinguió en 1842 y poco después se erigió nuevamente, dejando sin efecto el decreto de la extinción. Su principal fiesta es la de los Niños Inocentes, del 26 al 28 de diciembre. Es población precolombina y fue fundada por Topilzin Axitl a principios del siglo XI. Su nombre significa “Ciudad de las joyas” o “Lugar de las preseas”, de “causcat”, alhaja, presea, y “tan” o “lan”, lugar o ciudad. Aquí murió, el 18 de junio de 1524, Atlacatl y algunos señores de su corte.
Como un pueblo “célebre por sus riquezas y el poderío de sus príncipes”, ha sido reconocido legendariamente el municipio de Antiguo Cuscatlán, que en náhuatl significa el país de las preseas o la ciudad de joyas preciosas. Fundada en 1504 por el monarca Topiltzín Acxitl y librada de muchas guerras por el valiente indio Atlacatl, quien reinó en el lugar antes de la época Colonial. En 1770, su población apenas la formaban 19 familias indígenas y 115 ladinos. Los siglos han transcurrido y sucesos importantes que han marcado la historia de la ciudad también, pero sus raíces y tradiciones permanecen latentes en sus céntricas y adoquinadas calles, en su gente, y en una centenaria Ceiba que adorna la plaza central.
HISTORIA DE ANTIGUO CUSCATLÁN
Historia-Etimología y origen
Cuscatlán, que según tradiciones y registro antiguos hechos por los astrónomos aborígenes, fue fundado en 1054 de la era cristiana por el anciano y venerable Topiltzín Atzil, último señor de Tula del Anahuac. Era una ciudad de 10 a 12 mil habitantes que moraban en xacales o ranchos de paja dispersos, distribuidos al borde de un maare o cráter de explosión que alojaba la laguna sagrada de Cuscatlán (hoy Puerta de La Laguna).
En la lengua de los indios, Cuscatlán quiere decir Ciudad Joya, o como traducía un escritor "El país de los priscos". El radical de este toponimio (Cuscatl) recuerda el mayor de los Catárticos salvadoreños: el rey zope llamado por los pipiles Cuscacuávet o águila de collar.
Al atardecer de un día sábado 17 de junio de 1524, los españoles se encontraban a las puertas de esta urbe, portando en alto la imgen del Cristo Crucificado, al mando de Pedro de Alvarado, que en compañía de 150 infantes castellanos, más de 100 jinetes y centenares de indios auxiliares o amigos se encargaron de masacrar al soberano de la nación y a la nobleza cuscatleca.
Los sobrevivientes a este masacre se retiraron a las montañas de Cuscatlán llenas de exuberante vegetación y abundantes rocas apropiadas para una guerra larga y desesperada en defensa de los patrios lares.
Fuente: LPG